Porque no vive el alma entre las cosas
sino en la acción audaz de descifrarlas,
yo amo la luz hermana que alienta mis
sentidos.
Mil veces he deseado averiguar quién
soy.
Después de tantos nombres,
de tanta travesía hacia mi propia
brújula,
podría abrazar la arena durante varios
siglos.
Ver pasar el silencio y seguir
abrazándola.
No está en mí la verdad, cada segundo
es un fugaz intento de atrapar lo
inasible.
La verdad no está en nadie, y aún más
lejos
yace de un rey que de cualquier mendigo.
Si alguien está pensando en perseguirla
no debe olvidar esto:
el fuego ha sido siempre presagio de
declive
como la intensidad antesala de olvido.
Cuando mis ojos vuelvan al origen,
pido un último don.
Nada más os reclamo.
Poned en mi sepulcro las palabras.
Las que dije mil veces
y las que habría deseado decir al menos
una.
Guardad en mi costado las palabras.
Las que usé para amar,
las que aprendí a lo largo del camino,
las primeras que oí de labios de mi
madre.
Envolvedme entre ellas sin reparo,
no temáis por su peso.
Pero cuidad con mimo la palabra contigo.
Tratadla con respeto.
Colocadla
sobre mi corazón.
La verdad no está en nadie, pero acaso
las palabras pudieran engendrarla.
Quizá entonces aquel a quien dije
contigo
y para quien contigo fue toda su
costumbre,
se acostará a mi lado con ternura,
juntos en el vacío más sagrado,
cuando la eternidad toma nuestra medida,
cuando la eternidad se pronuncia
contigo.
Raquel Lanseros (1973)
Poeta y traductora española
http://www.raquellanseros.com/
📷 de Internet
(ante cualquier advertencia
será retirada de inmediato)
Un contigo, que lo es todo.
ResponderBorrarBesos.
Así es amigo, un "contigo" es una palabra llena de amor, de compromiso, y de hilos de eternidad. Es realmente preciosa y esta poeta es magnífica, ella y su obra son sobresalientes. Gracias por venir, un fuerte abrazo.
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