A querer bien se aprende despacito.
Es con las manos a la vista,
con la mirada clara, transparente
dejando espacio suficiente
para que pueda ir asomando el alma.
Más el odiar se logra en un instante.
Es algo que te ciega y te convierte
en lo que menos esperabas.
Es tu mano hecha garra
mientras el corazón se esconde en un
huequito
para ver si la bronca no lo alcanza.
Yo aprendí las dos cosas.
No puedo ver muy bien esta mañana.
Las manos no responden a mis ganas
y el corazón me late apenas nada.
Por la tarde veré de ir a la playa
tengo algunos poemas para nadie
que quiero se los lleve el agua.
Caminaré descalza como siempre,
iré dejando un rastro con mi rabia.
Detrás de mí,
se encargarán las olas de borrarla.
Porque siempre es mi mar el que me
salva.
Lyliam
Poeta uruguaya
http://simplementelyliam.blogspot.com
📷 de Internet
(ante cualquier advertencia
será retirada de inmediato)
Poema deslumbrante que me fascinou ler
ResponderBorrar.
Um dia feliz. Saudações poéticas.
.
Pensamentos e Devaneios Poéticos
.
Hola amigo, me agrada saber que te ha gustado. Lyliam es una gran poeta.
BorrarDisculpa mi tardía respuesta, he estado en asuntos importantes que han absorbido mi concentración. Mi abrazo para ti, feliz domingo.
Como todo en la vida, de ambas aguas bebemos: amor y odio, pero siempre el amor es más poderoso.
ResponderBorrarInteresante poema.
Besos para ti y para su autora.
Hola Tatiana, gracias por venir a este espacio amiga. Si, el amor es más silencioso, más suave incluso más frágil, pero siempre ha tenido el As del triunfo para el final de su inocente juego vital.
BorrarMil disculpas por mi tardanza en contestar, he estado con mi mente en otros temas. Un abrazo linda poeta.